"Ya tenemos ordenadores en las aulas ¿y ahora qué?"

     El libro de texto es un recurso educativo que se utiliza muy a menudo en las aulas de educación primaria. No obstante, actualmente, encontramos críticas acerca de los libros de texto, que los rechazan cuando es el único recurso que se utiliza en el aula.

     Estas críticas, habitualmente, están referidas, sobre todo, a la estructuración de dicho material, y a que plantean estereotipos culturales.

     Asimismo, se suele criticar el carácter ideológico que se presenta en los objetivos y en los contenidos de dicho recurso. De este modo, da una visión reducida de la realidad, dejando de lado, ideas globales y ampliadas de la sociedad y la historia. Lo cual no permite que los alumnos desarrollen una actitud reflexiva y crítica.

     Del mismo modo, también se les reprocha a los libros de texto, y al uso de los mismos como único material educativo; el hecho de que llegan a inducir a determinadas formas de enseñar, de dar clase, las cuales, no siempre son las más adecuadas, ni se adaptan a las necesidades concretas de los alumnos.

     Por otro lado, con respecto al video acerca de la Escuela 2.0, observamos que, mediante los ordenadores, se está produciendo un cambio real en los procesos de enseñanza aprendizaje, donde los alumnos trabajan con una gran autonomía. Además, vemos que el rol del maestro ha cambiado, ahora guía, ayuda y orienta a los niños, y no se limita a transmitir los conocimientos, de un libro, de manera expositiva.

     Se trata de un material que invita a las familias a participar activamente en el proceso de enseñanza activa, donde los niños son capaces de enseñar y acercar a sus familias a dicho recurso. De este modo, los padres lo conocen más de cerca, lo que sus hijos hacen en el centro.

     Por todo ello, no estoy de acuerdo con lo que transmite el título (“Ya tenemos ordenadores en las aulas, ¿y ahora qué?”), ya que los ordenadores son un recurso muy enriquecedor para aprender, y en multitud de escuelas, se utiliza como recurso principal.

     Con respecto a los libros de texto,  creo que pueden llegar a tener un enorme valor pedagógico y representar un medio efectivo y, relativamente barato (en comparación con un ordenador), para mejorar el desarrollo cognitivo y el logro educativo de los alumnos.

     No obstante, no puede ser el único recurso educativo que utilice el profesor. El aula es un espacio de diversidad, los alumnos soy muy diferentes entre sí, y necesitan una educación y una metodología que se adapte a sus necesidades y características. Sin embargo, el libro marca una pauta fija de formas de enseñar, que no siempre se adapta.

     De este modo, pienso que la incorporación de ordenadores portátiles a las aulas, es necesaria, debido a los cambios que ha sufrido la sociedad en las últimas décadas, ya que nos encontramos en la era de la comunicación y las nuevas tecnologías. Es decir, debemos incentivar una educación actual, en la que se refleje la realidad del momento en que vivimos, y en el que viven los alumnos.

     Por otro lado, el sistema educativo en España ha sufrido cambios, mayoritariamente debidos, a la última Ley Orgánica de Educación. Estos cambios han dado lugar a las denominadas “competencias básicas”, que pretenden que el alumno consiga ser una persona autónoma, eficiente y con iniciativa personal. Una de estas competencias es “Tratamiento de la Información y Competencia digital”, y si queremos desarrollarla, debemos introducir las nuevas tecnologías, no solo en los centros a nivel general, sino también en las aulas.

     Teniendo en cuenta la falta de interés que tienen los niños, por ejemplo, a la hora de leer, podríamos aprovechar esta tecnología para motivarlos, trabajando con el ordenador en casa y en la escuela, para desarrollar un hábito de lectura, e incluso una actitud positiva y favorable hacia la misma. No podemos dejar de tener en cuenta este recurso, mediante el cual, estarán más incentivados a la hora de trabajar los diferentes destrezas. Pero no debemos olvidar que es un recurso al que hay que adaptarse, tanto las familias como los profesores.

     Como en todos los cambios, necesitamos, en primer lugar, una actitud favorable al cambio, así como una concienciación. Además de ello, debemos ir adaptando la educación y las metodologías de forma paulatina, ya que los cambios radicales, suelen conllevar, incertidumbre y rechazo, en este caso, por ignorancia con respecto a dicho recurso.

     Del mismo modo, creo que debe haber una etapa de transición, entre lo que es el aprendizaje tradicional, y las nuevas tecnologías. Así, ambos recursos convivirían en la escuela y se complementarán, dando lugar a una educación cada vez más actual y mejor.